Otra delicia con la que nos sorprendía Cristina, Kanela y limón, el año pasado y que nos invitaba a que hiciéramos la receta por lo menos una vez, pues aquí está, y tengo que decir que es una pasada, la jugosidad, color y esponjosidad de este roscón no la había conseguido con otros, un diez Cristina, nos ha gustado muchísimo, y será una de mis recetas de cabecera para los roscones futuros.
INGREDIENTES (mejor que estén a temperatura ambiente, todos los ingredientes)
60 gr de leche tibia
13 gr de levadura fresca de panadería
ralladura de un limón y media naranja
50 gr de manteca de vaca derretida
20 gr de zumo de naranja
3 huevos tamaño L
200 gr de puré de calabaza
8 gr de esencia de anís,o agua de azahar
100 gr de azúcar
650 gr de harina de fuerza
4 gr de sal
Para decorar:
huevo batido
frutas escarchadas, azúcar, almendra en granillo.......etc
*Si no encontraseis manteca de vaca se puede utilizar mantequilla.
PREPARACIÓN
Comenzamos haciendo el puré de calabaza, para ello ponemos la calabaza en trozos pequeños con un poco de sal en un bol apto para el microondas, y lo ponemos 10 minutos a máxima potencia, si vemos que aun no está blanda ponemos unos minutos más, sacamos ponemos sobre un escurridor para que pierda toda el agua, trituramos y dejamos enfriar.
Deshacemos la levadura en la leche tibia y colocamos todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora en el orden mencionado.
Seleccionamos el programa que solo amasa, duración 15 minutos, y lo ponemos tres veces, es decir vamos a amasar 45 minutos en total.
Para quien no tenga panificadora, el procedimiento es el siguiente, se pone la harina con los ingredientes secos en forma de volcán sobre la superficie de trabajo, y se van añadiendo el resto de ingredientes poco a poco a medida que se va amasando hasta formar la masa. El resto se hace igual.
Una vez haya pasado el tiempo engrasamos un bol amplio con aceite y ponemos la masa, cubrimos con papel film, aceitando la cara que va a estar en contacto con la masa para que al quitarlo no se nos pegue.
Dejamos a temperatura ambiente una hora y al cabo de la hora llevamos a la nevera toda la noche.
A la mañana siguiente sacamos de la nevera y le damos forma de roscón, dividir la masa en dos, con una parte hacemos un roscón grande y la otra parte podemos hacer varios pequeños, dejamos levar, hasta que aumente el doble de tamaño.
Pintamos con huevo batido y decoramos al gusto.
Introducimos en el horno previamente precalentado a 180º unos 25 minutos, retiramos y enfriamos sobre una rejilla.
Una vez frío podemos rellenar con nata, crema pastelera, merengue, crema de turrón, o comerlo tal cual, de todas las maneras está deliciosoooooooooo.
Mary
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