una tradición que gira en torno al consumo de castañas, boniatos, frutas confitadas y panellets con vino dulce, moscatel. Hoy en día ya se ha extendido el consumo de panellets a más zonas de España, y es algo habitual ver los escaparates de las pastelerías repletas de dulces tradicionales como Huesos de Santo y panellets. Sin más rodeos os enseño como los hago yo, y os puedo asegurar que no podréis comer solo uno.
INGREDIENTES
250 gr de boniato cocido o patata
250 gr de almendra marcona
250 gr de azúcar glass
ralladura de limón
1 huevo
piñones, almendras en granillo, cacao
ELABORACIÓN
Cocemos el boniato bien lavado con la piel, cuando esté tierno, escurrimos secamos, pelamos y dejamos enfriar.
Una vez el boniato esté frío machacamos con un tenedor, ponemos encima la almendra molida, el azúcar glass y la ralladura de limón y mezclamos todo bien con un tenedor. La pasta obtenida la envolvemos en papel film y llevamos a la nevera un par de horas.
Retiramos de la nevera y formamos bolas del tamaño de una nuez. En un bol ponemos los piñones y en otro las almendras en granillo, batimos la clara de huevo un poco y vamos rebozando las bolas de masa por la clara y se cubren de piñones. Se pincelan con yema de huevo batido y se depositan en una bandeja de horno forrada con papel.
Las de almendra lo mismo pero le vamos a dar forma de luna, para ello formamos una bola dejamos rodar sobre la mesa de trabajo y perfilamos un poco los extremos sobre si mismos formando una C. Para terminar aplastamos ligera y suavemente la superficie y formamos la media luna. Procedemos de la misma manera, pasando por clara y rebozando delicadamente en la almendra, se pinta con la yema y se llevan a la bandeja de horno forrada con papel.
Para los de cacao separamos un poco de masa y le añadimos 1 cucharadita de caco sin azúcar (valor), removemos y formamos bolitas del tamaño de una nuez y rebozamos en azúcar glass, estas no se pintan con huevo.
Llevamos al horno precalentado a 200º un tiempo aproximado de 10 minutos, o hasta que veamos que empiezan a dorarse, no deben tostarse, solo tomar un ligero tono dorado.
Sacamos la bandeja del horno y dejamos enfriar completamente los panellets antes de retirarlos. Mientras están calientes están muy tiernos y podrían romperse.
Los panellets están infinitamente más ricos si se dejan reposar de un día para otro, y mejoran todavía más con el paso de los días.
Para conservarlos resulta ideal una lata o recipiente hermético, ponemos una servilleta de papel en la base para que absorba la humedad y se conservarán intactos como el primer día.
Espero que os gusten tanto como a nosotros.
Mary
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