Tiene un acentuado sabor a café, cremosa y no demasiado dulce, os puedo decir que es la primera vez que lo hago y ha sido todo un éxito. La parte superior es nata montada espolvoreada con canela, a que se os está haciendo la boca agua? pues sin más nos ponemos manos a la obra.
INGREDIENTES:
1 paquete de galletas tipo María
80 gr de mantequilla fundida
120 gr de leche
1 sobre de gelatina neutra en povo
3 tarrinas de queso crema (600 gr) tipo filaphelphia
1 tarrina de nata fresca
120 gr de azúcar
2 cucharaditas de extracto de vainilla
3 sobres de café espresso en polvo
1 1/2 cucharada de agua caliente
Para la parte superior:
400 ml de nata para montar, azúcar glass
canela en polvo molida
ELABORACIÓN:
Pulverizamos las galletas con algún robot de cocina hasta hacerlas polvo y las mezclamos con la mantequilla fundida hasta que la mezcla tenga una textura similar a la de la arena mojada. Forramos con esta mezcla un molde desmontable de 24 cm, o más pequeño, quedará más alta, presionamos con una cuchara para nivelar toda la superficie y reservamos en la nevera.
Ponemos la leche en un cazo pequeño y espolvoreamos el sobre de gelatina por toda la superficie de manera uniforme y dejamos reposar 2 minutos. Llevamos a fuego medio removiendo con una varilla justo hasta que la gelatina se disuelva, dejamos reposar fuera del fuego.
Batimos el queso crema con unas varillas o robot de cocina a velocidad media, hasta que se obtenga una crema suave, incorporamos la nata fresca, el azúcar y la vainilla, batimos hasta integrar, y añadimos la gelatina disuelta en la leche poco a poco sin dejar de batir.
Disolvemos los sobres de café en el agua caliente y lo incorporamos a la mezcla de queso batiendo a velocidad baja hasta tener todo bien integrado.
Volcamos la crema en el molde alisando de manera uniforme la superficie con una espátula o cuchara y refrigeramos un mínimo de 4 horas, mejor de un día para otro.
Montamos la nata que ha de estar bien fría, añadimos unas cucharadas de azúcar glass cunado la tengamos semi montada, ajustando la cantidad de azúcar a nuestro gusto, terminamos de montar y la pasamos a una manga pastelera cortando la punta y decoramos la superficie de la tarta en espiral.
Ya solo nos queda espolvorear con canela molida y voalá, a disfrutar de un buen postre fresquito y delicioso, besitos.
Mary
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