Esta tarta es una verdadera delicia, y aunque su elaboración os pueda parecer larga, os puedo asegurar que es de lo más fácil, he tardado más en escribir la receta que en hacerla.
Os la recomiendo muchísimo por que os va a encantar, resulta un postre ideal, o un acompañamiento de lujo para un café.
INGREDIENTES:
Base de la tarta: 165 gr de harina, 45 gr de azúcar glass, pizca de sal, 140 gr de mantequilla muy fría.
Relleno de queso: 1 huevo, 50 gr de azúcar, 200 gr de queso cremoso (tipo philadelphia) 1/2 cucharadita de vainilla en pasta.
Cobertura de manzana: 50 gr de azúcar, 1/2 cucharadita de canela, 3 manzanas grandes, almendras y azúcar glass para la decoración final.
PREPARACIÓN:
Engrasamos un molde desmontable de 22 cm de diámetro.
Precalentamos el horno a 230º C
En un recipiente amplio ponemos la harina, el azúcar glass y la sal, removemos con una cuchara, añadimos la mantequilla fría cortada en dados, y mezclamos con los dedos hasta obtener una masa grumosa.
Volcamos esta mezcla en el molde y repartimos por toda la base, presionando con los dedos forramos la base y un poco de las paredes. reservamos en el refrigerador mientras preparamos el relleno.
Para el relleno de la crema de queso, nada más fácil que batir todos los ingredientes juntos, con una varilla hasta que este todo bien mezclado y se haya formado una pasta fina.
Finalmente pelamos y descorazonamos las manzanas, las cortamos en cuartos, y a su vez cada cuarto en 4-5 gajos, las ponemos en un recipiente amplio.
En un bol mezclamos el azúcar y la canela, añadimos esta mezcla a las manzanas y removemos bien con las manos para que las manzanas se impregnen bien de la mezcla del azúcar y la canela.
Sacamos nuestra base de la nevera y volcamos la crema de queso sobre ella, alisamos y colocamos las manzanas, no es necesario colocar de ninguna manera especial, basta con repartir de manera uniforme.
Solo nos queda repartir las almendras por encima, no pongo cantidad, al gusto de cada uno, horneamos sobre una bandeja de horno para evitar posibles escapes, 10 minutos a 230º C y luego bajamos a 200ºC 25-30 minutos más.
Estará hecha cuando la manzana este tierna y las almendras se hayan tostado.
Tras sacarla del horno dejamos enfriar sobre una rejilla, y una vez se haya entibiado le pasamos un cuchillo por todo el borde y desmoldamos.
Espolvoreamos con azúcar glass y servimos, es una delicia.
Si sobra se guarda en la nevera cubierta con una campana o con papel film.
Mary
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