Hay algo más delicioso que unos muffins recién horneados? para nosotros en casa, que sabéis que nos encanta desayunar con bollería casera, es un lujazo.
Estos muffins se prepara en un tris, y con ingredientes que todos tenemos en casa, quedan super, super esponjosos y tiernos como una nube, solo hay que tener especial cuidado con el horneado, en no pasarse para que no pierdan la humedad, por lo demás es de lo más sencillo de preparar, os cuento..............
INGREDIENTES:
3 huevos L temperatura ambiente
250 gr de azúcar
200 gr de aceite de girasol
350 gr de harina de repostería
1 sobre de levadura en polvo
pizca de sal
250 ml de leche temperatura ambiente
ralladura de una naranja hermosa
150 gr de pepitas de chocolate
1 cucharada de harina más para enharinar las pepitas de chocolate
ELABORACIÓN:
Tamizamos la harina con la levadura y la sal, reservamos.
Preparamos las capsulas de papel en el molde para muffins.
Batimos los huevo con el azúcar, con una batidora eléctrica de dos varillas o de pie a velocidad alta hasta que la mezcla este espumosa y triplique su volumen.
Bajamos velocidad y agregamos el aceite hasta integrar, añadimos la leche y la ralladura y batimos un poco más.
Por último añadimos la harina en tres veces, mezclando con una lengua de silicona hasta que la harina se haya integrado completamente em la masa.
Dejamos reposar la masa 30 minutos en la nevera.
Precalentamos el horno a 180º C sin aire, 170º C con aire.
Enharinamos las 3/4 partes de las pepitas con la cucharada de harina, reservamos el resto para poner por encima.
La masa una vez reposada habrá cambiado de aspecto, se vuelve burbujeante y más esponjosa. Repartimos un poco de masa en cada capsula de papel, repartimos pepitas de chocolate enharinadas, volvemos a rellenar con un poco más de masa y repetimos la operación con las pepitas de chocolate, terminamos de rellenar con la masa.
Horneamos 15-18 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio. No debemos pasarnos con el horneado por que si no pierden humedad y esto hace que queden secos y duros.
Sacamos del horno una vez horneados y dejamos sobre una rejilla, le ponemos nada más quitarlos del horno las pepitas de chocolate que habíamos reservado.
Dejamos enfiar un poco y degustamos con una taza de café, o de leche, están para pecar y seguir pecando.
Mary
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