Pastel de piña

Este pastel me transporta a mi niñez, su aroma, presencia, todo en general, pero sobre todo su olor al hornear, es increíble como un olor te puede llevar a recordar tantas cosas y momentos que parecían olvidados, hacía muchos años que no preparaba este pastel y el otro día hablando con mi madre le comentaba que no sabía que postre llevar a la comida familiar del Domingo, mi madre me lo recordó, y lo recuperé para añadir a mi recetario, os lo recomiendo mucho, no tiene complicación alguna y está muy rico. No tengo foto del corte por que es para llevar mañana, pero si me dejan prometo sacarle una y subirla mañana.

                                  INGREDIENTES: (molde de 24cm)

                       1 lata de piña natural en almíbar
                       200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
                       200 gr de azúcar
                       200 gr de harina
                       4 huevos
                       1 sobre de levadura (tipo royal)
                       4 cucharadas de azúcar y unas gotas de agua para el caramelo

                           PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 160º

Lo primero que haremos será el caramelo, para ello ponemos un cazo con 4 cucharadas de azúcar y unas gotas de agua a fuego suave, cuando veamos que ha adquirido el tono deseado retiramos del fuego y volcamos sobre el molde, moviendo bien para que quede toda la base cubierta por igual.

Ponemos las rodajas de piña por toda la base de caramelo a modo decorativo, yo empecé poniendo una rodaja entera en el centro y las otras por la mitad alrededor.

Tamizamos la harina con la levadura y reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar, una vez se haya integrado añadimos los huevos, uno a uno, por último incorporamos la harina y mezclamos todo el conjunto muy bien.

Volcamos esta crema sobe las rodajas de piña y alisamos un poco con una espátula, introducimos al horno, unos 50-60 minutos, haremos la prueba del palillo, como siempre, si sale seco, retiramos.

Una vez lo tengamos horneado esperamos un par de minutos y desmoldamos con cuidado, dejamos enfriar totalmente.

Si se quiere se podría decorar con nata montada todo el contorno, eso es a gusto de cada uno, pero así simplemente está de vicio.

                                                                                            Mary