Esponjoso como una nube, se deshace en la boca, y tiene un toque sutil a limón y vainilla, no lleva levadura ni mantequilla ni aceite, simplemente montar las claras muy firmes, ahí está el truco y añadir los demás ingredientes poquito a poco y mezclarlos con mucho mimo.
9 huevos a temperatura ambiente
180 gr de harina
210 gr de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
ralladura de limón
pizca de sal
azúcar glass para decorar
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 150º
Engrasamos un molde corona grande, reservamos.
Tamizamos la harina y reservamos.
Separamos las claras de las yemas, las claras las batimos con una pizca de sal, cuando veamos que están montadas, añadimos el azúcar poco a poco, a cucharadas a velocidad media alta, hasta que estén bien firmes.
A las yemas le ponemos la ralladura de limón y la vainilla si se la ponemos y batimos con un tenedor, reservamos.
Añadimos ahora las yemas a las claras e incorporamos con una varilla de forma envolvente y con mucho mimo de abajo hacia arriba para que no se bajen las claras.
Por último incorporamos la harina a cucharadas y de la misma manera.
Volcamos la mezcla en el molde y llevamos al horno, lo pondremos en la segunda altura empezando por abajo, y horneamos 40-50 minutos. Pinchamos con un palillo para comprobar si está cocido, si sale limpio es que ya está hecho.
Una vez que ya esté horneado lo dejamos dentro del horno con la puerta entreabierta 10 minutos, para que no se nos baje.
Retiramos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente, desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glass.
Espero que os guste tanto como a nosotros.
Mary
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