Tarta capuchina

La tarta capuchina es una tarta que se elabora principalmente con yema de huevo y almíbar, es muy fácil de preparar, lo único que habremos de tener en cuenta es que el bizcocho habremos de prepararlo la noche antes para que se empape bien del almíbar, dejando un mínimo de 12 horas reposando.

                               INGREDIENTES:

             Bizcocho: 8 yemas de huevo, 1 huevo, 40 gr de maizena.
             Älmibar del bizcocho: 200 gr de azúcar 150 ml de agua.

            Crema de yemas: 6 yemas, 120 gr de azúcar, 100 ml de agua, azúcar glass para espolvorear.

              Merengue: pinchando aquí.

                             ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 180º con una bandeja con agua para la cocción al baño María.

Engrasamos y forramos la base de un molde de 20 cm de diámetro.

Batimos las yemas con el huevo con unas varillas eléctricas a velocidad alta hasta que tripliquen su volumen unos 8-10 minutos.

Añadimos la maizena tamizada y mezclamos con movimientos envolventes hasta que se integre completamente.

Volcamos en el molde y damos unos ligeros golpes sobre la encimera para que la mezcla se asiente bien.

Introducimos al horno al baño María unos 25 minutos comprobando la cocción pinchando un palillo si sale limpio retiramos del horno.

Preparamos el almíbar para bañar el bizcocho cuando aun esté caliente. Para ello ponemos el azúcar y el agua a cocer en un cazo, podemos poner para aromatizar un palo de canela o la piel de un limón, cuando comience a hervir dejamos cocer a fuego medio unos 4-5 minutos. Esperamos a que este tibio.

Pinchamos el bizcocho por toda la superficie con una brocheta y regamos con el almíbar poco a poco hasta que se lo echemos todo. ( tenéis que pensar que el bizcocho no lleva azúcar)

Cuando esté frío cubrimos con papel de aluminio y dejamos reposar en la nevera toda la noche.

Una vez haya reposado mínimo 12 horas preparamos la crema de yemas.

Comenzamos preparando un almíbar para ello ponemos el azúcar en un cazo, cubrimos con el agua y llevamos a fuego medio, cuando rompa a hervir dejamos cocer 4-5 minutos, retiramos del fuego.

Mientras, batimos las yemas con unas varillas hasta que tripliquen su volumen, una vez tengamos tibio el almíbar lo añadimos poco a poco a las yemas sin dejar de batir en forma de hilillo hasta incorporarlo por completo. Seguimos batiendo unos 8 minutos hasta conseguir una mezcla espesa y firme.

Pasamos la mezcla a un recipiente amplio apto para microondas y lo vamos cociendo a intervalos de 30 segundos, removiendo bien con unas varillas entre cada espacio de tiempo, hasta que la crema espese y tenga una consistencia similar a la de una crema pastelera. Cubrimos con papel film a ras de la crema y esperamos que se atempere un poco, deberá estar tibia para que nos sea más fácil repartir por nuestro bizcocho.

Sacamos el bizcocho de la nevera, desmoldamos, retiramos el papel de la base y cubrimos la superficie con la crema de yemas alisando con una espátula, llevamos a la nevera unas horas antes de terminar nuestra tarta.

Sacamos de la nevera nuestra tarta y espolvoreamos una generosa capa de azúcar glass, con una brocheta de metal o cuchillo largo en mi caso, hacemos los típicos rombos, volvemos a espolvorear un poco de azúcar glass y quemamos con un quemador o soplete por el medio de las lineas que hemos hecho.

Así ya estaría terminada si quisiéramos, pero si queremos podemos decorarla con merengue, lo dejo a vuestra elección.

                                                                                          Mary